sábado, 9 de julio de 2016

Serie: tipos de hojas y sus usos


“Reverse S”

En la parte superior Spyderco Civilian y en la parte inferior Spyderco Matriarch

Como muchos a veces se preguntan, el porqué de los diferentes tipos de hojas, en esta serie de publicaciones vamos a ir viendo la mayor cantidad posible. Hablaremos de estilos de navajas, sus marcas y modelos más representativos para guiar al lector en el mundo de la cuchillería.
 
Hoy analizaremos un tipo de hoja que se llama “S invertida”. Su nombre se debe a que precisamente esa es la forma que tiene. Es un diseño original y patentado por la empresa Spyderco  por pedido especial de una rama específica de la policía de Estados Unidos, durante los años 90`s. El diseño nace de las necesidades defensivas de los oficiales que muchas veces en sus misiones encubiertas no podían portar un arma de fuego, pero una navaja es fácil de ocultar. Un diseño como este permite a los oficiales -que muchas veces carecen de entrenamiento en combate cuerpo a cuerpo- tener una herramienta de gran versatilidad en circunstancias donde su vida se viera amenazada.

A partir de lo anterior, la empresa saca al mercado el modelo “Spyderco Civilian”, la cual posee las siguientes características: es una navaja plegable de 23 centímetros de largo, con una hoja de 10.5 centímetros y  de acero “VG-10”, con la particularidad de que esta navaja solo viene con la hoja serrada. A diferencia de muchos modelos donde tenemos la opción de adquirir un cuchillo con la hoja lisa, parcialmente dentada o completamente dentada, esta navaja solo la podemos conseguir en la versión completamente dentada.  

El diseño de una “S” invertida permite que cerca de la base de la hoja tengamos una panza pronunciada, lo cual facilita el contacto activo con lo que vayamos a cortar, pero conforme se acerca a la punta nos lleva a un gancho que desemboca en una punta. El gancho que se forma entre la segunda mitad de la hoja y la punta nos permite jalar a nuestro oponente y ya sea generar cortes con dicha o terminar los cortes que ya la panza de la hoja podía haber generado.

Debido a la forma que posee esta navaja se dificulta su uso en ambientes no defensivos, ya que para  tareas diarias su versatilidad es escasa.  

Pronto otras empresas toman el diseño de la hoja y hacen sus adaptaciones, por ejemplo Cold Steel  ofrece el modelo “Black Talon” el cual viene tanto con la hoja completamente dentada como  en una versión de hoja lisa.

Años después por solicitud de un contratista, Spyderco saca un modelo más económico de la Civilian. Con una presentación un poco más pequeña la “Spyderco Matriarch” sale al mercado.

Actualmente podemos conseguir la versión “Spyderco Matriarch 2” la cual posee el mango de la afamada “Spyderco Endura”, sistema de apertura “Emerson Wave” y demás características que la colocan en un sólido lugar en el mercado de navajas defensivas.



Cold Steel Black Talon 2 hoja dentada 

Cold Steel Black Talon 2, hoja lisa
El arte de la violencia se perfecciona en tiempos de paz.

Agradezco enormemente a Mariana Alvarado, por editar esta nota.

miércoles, 12 de agosto de 2015

¿Cómo escoger una herramienta para defensa personal?

Una de las primeras preguntas a las que nos enfrentamos a la hora de elegir herramientas para defendernos de los peligros a los que nos vemos expuestos cada día es: ¿Qué debería usar?

Es ahí donde el mercado nos ofrece una enorme cantidad de opciones que van desde llaveros de materiales resistente a impacto, navajas, cuchillos, armas de fuego, en fin, la lista es interminable.
Lo importante a la hora de definir la herramienta es pensar a qué nos enfrentaremos.

Las necesidades de cada persona y sus habilidades son extremadamente distintas entre los individuos; no podemos comparar los requerimientos de fuerza defensiva que necesita una persona cuyo trabajo lo expone a situaciones de peligro que pueden llegar afectar su vida privada, por ejemplo un policía o un estudiante universitario de clase media que solo se preocupa por llegar sano y salvo a casa para terminar sus tareas.

Por tanto, trataré de hacer un resumen de cómo veo y considero que deben usarse las opciones más comunes que nos ofrece el mercado.

Para que una herramienta sea útil debe permitirle andarla de manera que pase desapercibida, le debe permitir accesarla a una mano y de la manera más sencilla posible. También, debe ser capaz de andarla siempre en el mismo lugar para saber exactamente dónde está cuando la necesite, de lo contrario perderá más tiempo buscándola que usándola.

Gas pimienta (Pepper Spray): Podemos encontrar este artículo en una enorme cantidad de formas. Este es un gas irritante embazado en un recipiente resistente (preferiblemente) y a presión para que en el momento de rociarlo sobre el atacante logremos disminuir sus capacidades visuales y respiratorias con el fin de abrirnos una oportunidad y huir del peligro.

Es una de las mejores herramientas a nuestra mano, ya que no requiere ningún tipo de permiso especial para portarse, suele ser discreto, fácil de usar, no requiere amplio entrenamiento para lograr su funcionamiento y en términos generales cumple su cometido.

Las desventajas de este método es que usualmente viene en presentaciones pequeñas, esto nos reduce las posibilidades de enfrentarnos a varios atacantes al mismo tiempo.

Además, al ser una cantidad limitada es posible que en una situación de peligro gastemos por completo un tarrito de esto y nos quedemos “desprotegidos” durante el tiempo que duremos corriendo a un lugar seguro o mientras compramos otro.

Otra de las desventajas viene por parte del usuario promedio; esta radica en que este es uno de los objetos preferidos por las mujeres para defenderse, pero lo suelen llevar en el bolso, donde es prácticamente imposible de ser encontrado cuando se necesita.
Otro tema a tener en cuenta es que hay que tener cuidado al usarse en lugares cerrados o a contra viento, puesto que dependiendo de la presión que tenga el gas al salir y el ambiente donde estemos podemos resultar rociados nosotros también

Manoplas, Puños Americanos, Brass Knucles: Es una herramienta usada para pelea mano a mano, diseñadas usualmente de algún tipo de metal o plástico duro, que cubre los nudillos para lograr ejercer un daño mayor a la hora de dar un puñetazo.

Las ventajas que posee es que con un golpe acertado se pueden lograr fracturas en el oponente, que en el mejor de los casos lo harán pensar si es buena idea continuar en la pelea -si es que puede mantenerse en ella-.

Otra de sus ventajas es lo fácil que son de portar de manera discreta.

Las desventajas radican en que no extiende tu rango de alcance en lo más mínimo, lo que te hace aún más vulnerable a ser golpeado, apuñalado o desarmado si no posees entrenamiento.

Para un uso correcto se debe practicar bastante con ella y tener conocimientos básicos de golpe, ya que al final de cuentas es una pelea a puñetazos lo que tendrás. Y en muchos casos se requieren habilidades motoras muy ensayadas para poder tenerla lista para usarse, las cuales todos aquellos que hayamos sentido el nerviosismo propio de una situación violentan sabemos que es difícil de asegurar.
Otra desventaja es que en muchos países son ilegales y podríamos tener problemas con la ley por el simple hecho de tener una con nosotros.

Bastones telescópicos, Black Jack: Son bastones retráctiles usualmente usados por las fuerzas policiales, hechos de metal, que nos permiten acortarlos a un tamaño mucho más pequeño que su tamaño una vez extendido.

Al ser una herramienta larga y contundente, entre sus ventajas están que amplía nuestro alcance considerablemente y nos permite una cantidad impresionante de técnicas a nuestra disposición.
El principio es el mismo hace millones de años, es un palo con el que golpearás, lo más fuerte posible, a la amenaza hasta que esta se detenga. Esto nos lleva a depender muchas veces de nuestra fuerza física y sobre todo del entrenamiento que tengamos con el bastón.

Desde mi punto de vista portar un Bastón Telescópico es un poco complicado, ya que si compramos uno que cerrado sea muy pequeño, al abrirlo no nos extenderá demasiado el alcance y su fuerza de impacto será menor, y uno más grande compromete la capacidad de ocultarlo entre nuestras ropas cómodamente.

Navajas, cuchillos y demás objetos punzo cortantes: El mundo de los cuchillos al igual que las armas de fuego, es inmenso.

Las hay de todas las formas, tamaños, usos, etc. Pero siguiendo los estándares del artículo, pensaremos en navajas plegables y cuchillos fijos de un tamaño “adecuado”.

¿Con qué me refiero a adecuado?

El cuchillo no debe ser muy pequeño, ya que necesitarás más cortes y mayor pericia para lograr detener la amenaza, pero tampoco podemos suponer que andaremos por la calle con un machete atado a la cintura.

Una navaja pequeña, por lo general, nos reduce el tamaño del mango, con lo que sacrificamos retención, lo cual es vital en una situación de estrés donde nuestras manos están húmedas de sudor o sangre.

Otro aspecto a tener en cuenta es cómo lo llevaremos. El mercado nos ofrece millones de tipos de cuchillos: atados a las botas (boot knife), colgando alrededor del cuello (neck-knife), sujeto al bolsillo por un clip incorporado en el cuchillo, etc., por lo que debemos pensar en nuestra comodidad a la hora de andarlo y en qué tan rápido puedo acceder a él cuándo lo necesite.

Las ventajas del cuchillo son millones ya que permite usarse cuantas veces sean necesarias. Además, son fáciles de cargar, no hacen ruido, son casi imperceptibles hasta que es muy tarde.

Todos estamos expuestos a cuchillos desde que tenemos la capacidad de comer por nosotros solos, lo que a la mayoría de las personas le da una idea de cómo se usa: el filo corta y la punta apuñala.
Las desventajas radican en lo tremendamente violentas y sangrientas que se vuelven estas herramientas si las usamos en una pelea.

Al portar una navaja debemos estar preparados para causar un daño tremendo en nuestro atacante lo cual nos puede hacer dudar a la hora de tener que decidir si usarla o no. Para sacarle el mayor provecho requiere entrenamiento y conocer muy bien su estructura para evitar lastimarnos nosotros mismos con él.

Armas de fuego: Como dije anterior mente, las armas de fuego son un tema sobre el cual se han escrito ríos de tinta al respecto.

Existe una frase en el mundo de las armas de fuego que dice: “Dios creo a todos los hombres y Samuel Colt los hizo iguales”. Esto debido a que con solo jalar un gatillo una mujer de 50k y 1.50 de estatura, puede derribar un hombre de 1.90 y 150k que tiene la intención de dañarla.
Las armas de fuego poseen la ventaja de que cualquier persona puede equilibrar fuerzas con un atacante si posee un arma.

No debes estar en una condición física excelente para salir airoso de un enfrentamiento, ya que un par de movimientos de tu dedo índice pueden detener casi cualquier atacante.

Para que esto sea así, se debe tener un conocimiento del arma que se va a comprar, cómo usarla, cómo portarla de manera segura, cuántas balas puede almacenar, etc. Sin contar que de todas las herramientas es que tiene un precio más elevado y en la mayoría de los casos necesitarás un permiso para poder tenerla.

Comprar un arma de fuego es una decisión que debe pensarse tomando en cuenta lo dicho al inicio del artículo.

“Nunca le dispares a un tipo de gran calibre con una bala de bajo calibre”, esta frase nos recuerda que las variantes de arma-munición que debemos tener en cuenta son demasiadas y, de ser posibles, guiadas por un experto que sepa indicarte el arma necesaria para lo que la vayas a necesitar.

A modo de conclusión, solo recordaré que se puede hablar mucho más sobre todos los objetos antes mencionados y que este es un artículo introductorio en caso de que desee adquirir uno.

La defensa personal no es andar un arma o saber pelear; es un estilo de vida, son una serie de conductas y planes que debemos tener para poder evitar y salir de situaciones de peligro o violentas a las cuales no vemos enfrentados.

Cualquier objeto que tengamos para defendernos debe estar al alcance de nuestras manos en todo momento, de nada nos sirve comprar un arma de fuego, entrenar con ella a diario si la vamos a tener en nuestra mochila y en el momento de un asalto esta mochila es lo primero que nos arrebatan.

El arte de la violencia se perfecciona en tiempos de paz.

*Gracias a Arianna Vargas, por ser la editora de esta entrada.

martes, 21 de julio de 2015

Primera Entrada, Mis Primeros Pasos En La Defensa Personal

Bienvenidos a este blog el cual está pensado como un espacio donde se discutan temas relacionados con la defensa personal. Abordaré los temas desde un punto de vista muy subjetivo, daré mis puntos de vista, que son completamente debatibles, puesto que después de varios años desde que me interese en esto, he probado y experimentado diversas teorías y maneras de ver el mundo. A modo de introducción y como es la primera entrada les contaré un poco de cómo inicie en esta búsqueda de técnicas y estrategias urbanas para sobrevivir el día a día. Contaré una historia donde relataré cómo he ido experimentando diversas herramientas, la forma de portarlas y de utilizarlas.

Todo empezó cuando era un joven de escuela que era víctima del bullying. Aunque siempre he sido más alto que el resto de mis compañeros, nunca fui el más fuerte; por tanto mi “ventaja” de tamaño en la práctica no existía. Durante una época tuve que andar un yeso en un brazo, entonces una tarde mientras un grupo de mis compañeros me molestaba usé mi yeso para golpear a mis compañeros como único recurso para salir de la situación. Como pasa en la mayoría de los casos, si golpeas fuerte al líder los seguidores dan un paso hacia atrás y reevalúan la situación para ver si es buena idea seguir con la emboscada. Después de esa pelea de escuela descubrí 2 cosas, la primera, que si te defiendes las provocaciones cesan y la segunda, que cualquier objeto tiene la capacidad de convertirse en un multiplicador de fuerza si tienes un poco de imaginación. Durante años mi seguridad dejó de ser un problema, hasta que llegué al colegio.  

Hubo una temporada en la que se desató una ola de asaltos en mi colegio a la hora de la salida, así que en ese momento tuve la convicción de que no iba a ser una víctima más y me armé con lo que podía. El objeto que creé para mi defensa consistió en una cadena con un candado. Tomé un collar de ahorque que compré en una veterinaria, le coloqué el candado con el que cerraba mi casillero en un extremo y en el otro, le puse una tranca para poder guindarla de mi pantalón. Solía ponerle las llaves por si me revisaban que solo viesen un llavero al mejor estilo punk. Y así gracias a dicha cadena volví a sentir esa tibia sensación de seguridad. Como era un objeto extraño y de un alcance mayor a una navaja o un puñetazo me sirvió como medio de intimidación en muchas ocasiones.
   
Esto sucedió hasta que a los 16 años, aproximadamente, conocí la herramienta que hasta el día de hoy se ha convertido en parte indispensable de mi EDC (Every Day Carry), el cuchillo. Mi primera navaja de bolsillo fue una vieja navaja de mariposa (Balisong) que le compre a un amigo. Aún la recuerdo, era de pésima calidad, no tenía “latch” (seguro que traen en la parte inferior para mantenerla cerrada), era de un acero imposible de afilar… En resumen, era una mala navaja; sin embargo, tenía una punta de aguja que me permitía abrir paquetes y cajas. Le dedique varios años de mi vida a aprender cuanto truco podía con ella, pero más allá de un “juguete” se convirtió en una compañera de mi vida diaria. Y fue hasta hace relativamente poco que dejé de portar una Balisong.

Dentro de mis rotaciones de EDC he portado gas pimienta, bastones telescópicos, navajas de diversos tipos, manoplas, entre otros. A lo que quiero llegar con esto es que al final del día no importa cuántas herramientas andemos encima, lo que realmente importa es que tengamos un plan para usarlas. Es impresionante la cantidad de personas que portan un gas pimienta para defenderse de un asalto, pero es aún más impresionante el tiempo que tardan en sacarlo del bolso cuando uno tranquilamente pregunta: “¿puedo verlo?” ¿De qué sirve entonces? En una situación de estrés o de presión ni recordará que tiene uno en el más recóndito lugar del bolsillo.


Si algo aprendí el día de mi primera pelea en la escuela fue que la herramienta solo funciona si está en tus manos lista para ser usada, no importa si es un yeso, una cadena o una navaja. Otro aspecto importante a la hora de portar algún instrumento de este tipo radica en que se mantenga oculto o que pase desapercibido al ojo de los demás hasta que sea necesario el empleo de la violencia. A lo largo de las siguientes entradas de este blog intentaré darles mi opinión, experiencia y además, formas no convencionales de usar nuestro entorno para mantenernos siempre armados.   

El arte de la violencia se perfecciona en tiempos de paz.

Un agradecimiento especial a Raquel Acuña mi editora favorita.